05 noviembre 2011

La regulación de la venta de dólares

Por Eric Calcagno - Senador nacional (FpV)

Las regulaciones establecidas por el Gobierno para la compra de dólares han generado polémica. Algunas opiniones expresadas en medios de comunicación dominantes han evocado la ley de la oferta y la demanda como un camino deseable, que se ve perturbado por la presencia del Estado. Esa crítica es errónea. Ignoran o niegan que el Estado debe regular el mercado de activos financieros (dólar incluido), porque no se autorregula ni encuentra precios de equilibrio. Además, le adjudican una serie de intenciones, cuando la finalidad de la medida consiste en combatir la economía “en negro”.
En el análisis del tema surge una aparente paradoja: lo común es que cuando sube el precio de un bien, baje su demanda; pero cuando aumenta el precio de un activo financiero, no es frecuente que baje la demanda, al revés de lo que ocurre con la generalidad de los bienes. ¿A qué se debe esta conducta? A que los activos financieros no se utilizan para consumirlos, sino para ahorrar o especular. Si la subida del precio de un activo financiero se considera como una anticipación de que seguirá subiendo, se lo comprará más y su precio continuará subiendo; y si esa suba incrementa los recursos del especulador (o su acceso al crédito) se enriquece más, tendrá más poder de compra para aumentar la demanda. De esta manera, la especulación financiera genera profecías autocumplidas.
Se producen así burbujas financieras que pueden pincharse o, peor aún, desestabilizar una economía, como ocurrió recientemente en los países desarrollados. Entonces el Estado debe intervenir porque no son mercados que se autorregulen y encuentren precios de equilibrio. El tema ha sido desarrollado por el economista francés Michel Aglietta, que continuó con la línea del pensamiento keynesiano desarrollado por Hyman Minsky y Charles Kindleberger.
Las especulaciones financieras, seguidas de crisis, son corrientes en el capitalismo desde al menos el siglo XVII. En cada ocasión se han centrado en algún tipo de activo, por ejemplo las acciones bursátiles, los bienes inmuebles o las divisas extranjeras. Este último tipo de especulación es particularmente nocivo, porque puede determinar una caída de las reservas internacionales del Banco Central y forzar devaluaciones, o por lo menos quitarle al Banco Central margen de maniobra para enfrentar shocks financieros externos. Es por ello que los Estados deben intervenir, sin pensar que los mercados se autorregularán y encontrarán por sí mismos un “precio de equilibrio”.
Una norma básica de cualquier sistema económico consiste en consolidar las transacciones “en blanco” y ejercer el control fiscal para evitar delitos e irregularidades. En el caso de la venta de dólares, las medidas que ahora se aplican sólo exigen la justificación del origen de los fondos que se van a utilizar. El comprador no debe dar las razones de la compra de dólares, sino verificar la procedencia de los fondos utilizados. Con ello se combate la economía “en negro”, vinculada al delito (en particular el “lavado” de dinero), la evasión fiscal y la explotación laboral.

Lea la nota completa en http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-180504-2011-11-04.html

Fuente: Página12 - 04/11/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario