11 agosto 2011

Por más transparencia y previsibilidad

Una medida con pocos antecedentes en el mundo
La Comisión Nacional de Valores dispuso que las agencias hagan públicos sus métodos de evaluación. El objetivo: mayor transparencia en el mercado de capitales y evitar las especulaciones de los grandes actores financieros.

La Argentina le pone un freno

al abuso de las calificadoras de riesgo

Por Ignacio Chausis
La Comisión Nacional de Valores (CNV) dispuso ayer una reglamentación que obliga a las agencias calificadoras de riesgo a hacer públicas sus metodologías utilizadas a la hora de evaluar y establecer las notas que otorgan a las emisiones de obligaciones negociables o cualquier otro instrumento financiero. A nivel mundial, el funcionamiento de las calificadoras da muestras de un oligopolio notable, en tanto tres  firmas –Standard & Poor’s y Moody’s, estadounidenses, y Ficht Group, francesa– controlan el mercado global. Las mismas tres agencias operan en el mercado de capitales argentino, que suma una cuarta, Evaluadora Latinoamericana Sociedad Anónima.
En la práctica, todas las agencias de calificación que llevan a cabo una evaluación sobre el riesgo de un instrumento financiero argentino deben hacerlo en base a una metodología previamente registrada y autorizada por la CNV, ya sea que se trate de compañías que operan dentro o fuera de la oferta pública de valores. En tal sentido, existen manuales de procedimiento para fideicomisos financieros, fiduciarios financieros, seguros, entes públicos autárquicos, para fondos comunes de inversión, por citar algunos ejemplos.
Lo que cambia a partir de ahora es que es el carácter “cerrado” de estos procedimientos, en tanto el público podrá conocer cuál es el sistema utilizado por las agencias para ponderar el riesgo implícito en cada uno de esos activos financieros.
Lo cierto es que el acceso público a los procedimientos utilizados por las calificadoras de riesgo establece una discusión sobre las bases y argumentos que utilizan, y que en muchos casos producen resultados que difieren enormemente e impactan sobre la base de sustentación económica real de los estados evaluados.
“Un país como la Argentina, que ha reducido sustancialmente su nivel de endeudamiento, tiene una calificación B+, muy por debajo de países desarrollados que en cambio poseen deudas del 100% del Producto Bruto, con altos déficit fiscales”, explicó a Tiempo Argentino Alejandro Vanoli, titular de la CNV.
A peor calificación de deuda soberana le corresponde un costo mayor a la hora de buscar financiamiento en los mercados financieros. “Hay que transparentar la discusión, caso contrario queda abierta la puerta a una discrecionalidad que para el caso argentino ha sido perjudicial y discriminatorio”. El funcionario aseguró que “es muy bueno que los países desarrollados obliguen a las calificadoras de riesgo a seguir el ejemplo de la Argentina, de esta manera se podría entender si hay algún criterio objetivo en esas calificaciones de deuda soberana”.
Por su parte, operadores y analistas de la city financiera dieron la bienvenida a la resolución oficial. “Cualquier procedimiento que se haga público y brinde mayor información al inversor es algo sumamente positivo”, ponderó Agustín Trella, portfolio manager de la firma Puente Hermanos.
Fuente: Tiempo Argentino, 10.08.11

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